Córdoba tiene una envidiable posición geográfica, salvo para las predicciones meteorológicas. No es fácil saber si cuando va a llover en la mitad occidental de España va a hacerlo aquí o si, por el contrario, de la lluvia que afecta a la mitad oriental nos llegarán algunas gotas. Esa envidiable posición geográfica hizo que los romanos, que algo sabían sobre los posicionamientos geográficos y dónde habían de situarse los principales nudos de comunicación -una de las grandes obras que nos dejaron fueron las calzadas-, la convirtieran en capital de la Bética. Luego fueron los musulmanes los que entendieron que Córdoba, por encima de la Toledo de los visigodos, sería la capital del emirato primero y del califato, después. Sin embargo, esas luces del pasado, no tuvieron continuidad en tiempos posteriores. La idea de Felipe II de hacer navegable el Guadalquivir hasta Córdoba, que tenía sobre ese río un puente en condiciones mucho antes que Sevilla, quedó en agua de borrajas, como quedó el fastuoso Palacio del Sur, diseñado por Koolhaas en tiempos de Rosa Aguilar. Con la diferencia de que el proyecto de Felipe II no costó el dineral de aquellas costosas infografías del arquitecto holandés. La posición geográfica de Córdoba le permitió -por coincidencia en este caso- disponer del tren de alta velocidad en la primera línea que funcionó en España. Pura circunstancia porque esa línea lo que unía era Madrid con Sevilla.
La posición geográfica ha sido determinante, como lo fue en el pasado para que se haya decidido por encima de otras opciones ubicar aquí la Base Logística del Ejército. A ello, sin duda, se ha unido algo que, pocas veces, suele darse en la ciudad. Nos referimos a la unanimidad de las instituciones -ayuntamiento, diputación, universidad, delegación del gobierno…-, para hacer una apuesta conjunta. Córdoba tenía los mimbres, pero era necesaria esa voluntad unánime. Ha sido una apuesta sin fisuras y el éxito… rotundo. Se han obviado las habituales comisiones para abrir debates sobre posibilidades, señalar ventajas, indicar inconvenientes y plantear perspectivas que en muchas ocasiones no son más que pérdidas de tiempo y de oportunidades. La ubicación de esa Base Logística supone una inversión de trescientos cincuenta millones de euros y la creación de mil seiscientos puestos de trabajo directos, a los que han de añadirse muchos más porque la riqueza genera riqueza.
En este tiempo de dificultades económicas y de angustias vitales en que estamos inmersos es una excelente noticia. Esa apuesta por Córdoba, como señalaba ABC, puede cambiar la ciudad porque, como centro logístico, Córdoba no tiene precio y, tal vez, se haya abierto una puerta por la que transiten otras iniciativas.
(Publicada en ABC Córdoba el 5 de febrero de 2021 en esta dirección)